Sin rentabilidad, la Soja cede terreno en Salta

Maíz, poroto y chía empiezan a ganar espacio en los lotes del norte provincial ante la pérdida de competitividad del cultivo estrella del país, afectado por las retenciones, los costos de fletes y la inflación.

Cuando la campaña pasada los productores veían perderse sus cultivos de la mano de una intensa seca que provocó la declaración de emergencia por parte de los estados provincial y nacional, advertían que el climático no era el único problema que afectaba a la producción local. Un año después, con un clima más benévolo y precipitaciones que permitieron a los campos dar sus frutos, las políticas oficiales ahogan la producción de las economías regionales del norte del país que empiezan a abandonar los cultivos tradicionales y a volcarse a otros con menores ganancias pero también con presiones impositivas más bajas.

En Salta la siembra de soja está prácticamente terminada, con una caída importante en la superficie de siembra, especialmente en el Norte, en departamentos como San Martín y Orán, donde acusan una determinante falta de rentabilidad. De esta manera, esos lotes que no se destinaron a la soja se destinarán parte a maíz, poroto y chía.

Lisandro de los Ríos, gerente de Prograno, manifestó a El Tribuno Campo que “el productor está buscando diversificar sus productos en busca de rentabilidad”.

“Hoy los números están muy complicados, y hago hincapié en los departamentos del Norte porque la incidencia del flete es muy importante y eso lleva a que la rentabilidad sea negativa. Algunos productores me decían que hacen maíz y no soja a pesar de que en ambos casos hay pérdidas, porque con el maíz -al menos- recuperan nutrientes en el suelo”, explicó.

Las afirmaciones del gerente de Prograno vienen a confirmar el estudio que presentó, semanas atrás, el Grupo CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola), el cual advertía que, por la falta de rentabilidad, los productores del NOA abandonaban los cultivos tradicionales. Aquel informe advertía, y De los Ríos confirmó, que no va a ser positiva la ecuación económica para la producción de soja en el Norte. “Sin duda que no, el informe de CREA lo explica muy

bien, pero en realidad a este tema lo venimos planteando hace varios años, en un contexto inflacionario donde los costos suben y el nivel impositivo es cada vez mayor”, reclamó De los Ríos y completó: “El productor no puede ni siquiera acceder al precio de lo que produce, sino que tiene un socio en las ganancias pero no en las pérdidas, como es el Estado; obviamente la rentabilidad va disminuyendo hasta que se transforma en negativa”.

El gerente de Prograno explicó que “si bien la superficie implantada se mantiene, lo que no se mantiene son las proporciones de granos en cada una de las hectáreas. La soja ha tenido una caída importante y estimamos que habrá un crecimiento en el cultivo de chía, maíz y poroto”.

Por otra parte, De los Ríos trazó los contrastes productivos en comparación con la campaña anterior: “Para esta época, el año pasado nos reuníamos con el Gobierno para hablar de la emergencia agropecuaria. Este año, por suerte, la lluvia viene acompañando las distintas zonas, se ha renovado la esperanza de que el tiempo siga acompañando y lograr una buena cosecha”.

Sin embargo, advirtió que “la ecuación económica sigue siendo muy complicada para los productores de granos tanto en el Norte como en el Este de Salta. No nos olvidemos que en Salta venimos de dos años de quebranto. Va a llevar varios años poder recuperar la capacidad económica o emparejar los números”.

A esta situación, se suma el corte en el financiamiento bancario para el sector, impulsado por el Gobierno nacional. Al respecto, De los Ríos explicó que “desde Programo hemos mantenido reuniones con autoridades de distintos bancos. Hay desconcierto de ellos mismos respecto a las medidas que van saliendo y nos dicen que acortemos los plazos de financiación. Hay disposiciones del BCRA que complican la vida, incluso les restringieron la tenencia de divisa a los propios

bancos. Hay mucha incertidumbre y el sector agropecuario es uno de los clientes más importante de los bancos, pero primero se tienen que acomodar ellos”.

La devaluación, sola, no ayuda

Si bien la devaluación que hizo el Gobierno aporta un respiro a las economías regionales, con eso solo no basta ya que son necesarias políticas que fomenten la producción, menores presiones impositivas y un control real de la inflación. En este sentido, el gerente de Prograno explicó que “esta devaluación, si Dios quiere, permitirá en esta cosecha tener un ingreso un poco mejor al esperado al iniciar la campaña o antes de la devaluación. Pero en realidad, si uno analiza esta devaluación, verá que las repuesteras ya actualizaron los precios, se cortaron las cuentas corrientes, han disminuido los plazos de financiación, todas situaciones que también son consecuencia de esta devaluación”.

De los Ríos estimó que esta no será la última devaluación, pero “trae beneficios a muy corto plazo, porque la campaña que viene el productor tendrá créditos mucho más caros y sus costos estarán acorde a la devaluación. Es una ventaja a muy corto plazo”.

En definitiva, manifestó que devaluación no tendrá efectos en tanto y en cuanto no se resuelva la cuestión de fondo, que es la inflación, el alza de los costos productivos: “Nosotros en el más corto plazo no sabemos cuánto valdrá la trilla o el flete. El problema de fondo es la inflación y no vemos que sea lo que se piensa combatir”.

El impacto del flete

Uno de los elementos que incide en la pérdida de rentabilidad de la producción en el Norte es el alto costo de los fletes. La reciente disparada del precio del combustible será otra variable que incrementará, aún más, este servicio. Desde el sector aún no pudieron estudiar el impacto que tendrá este aumento en la logística que contratan: “No tenemos todavía un dato de cuánto será costarán los fletes en la distintas zonas”, dijo De los Ríos y agregó que “hasta el año pasado, transportar granos desde Salta significaba 1.300 millones de pesos que se nos iban de la provincia, porque la mayoría de las empresas que hacen los fletes no son de Salta, por lo tanto vienen, buscan el grano y lo llevan a Rosario y no dejan movimientos en la actividad económica local”.

“Esa es la razón -explicó- de nuestra lucha, que tiene varias décadas, respecto al ferrocarril, a los beneficios que traería para todos y nosotros, además, buscamos una solución al tema de que no te habiliten permisos de exportación para vender a Bolivia o al Norte de Chile”.

Fuente: AgroNOA.